LUIS ALBERTO DE CUENCA
EL EDITOR FRANCISCO ARELLANO
DISFRAZADO DE HUMPHREY BOGART,
TRANQUILZA AL POETA EN UN MOMENTO
DE ANSIEDAD, RECORDÁDOLE UN PASAJE
DE ANSIEDAD, RECORDÁDOLE UN PASAJE
DE PÍNDARO, PÍTICAS VII 96
Sin mujer, sin amigos, sin dinero,
loco por una loca bailarina,
me encontraba yo anoche en esa esquina
que se dobla y conduce al matadero.
Se reflejó una luz en el letrero
de la calle, testigo de mi ruina,
y de un coche surgió una gabardina
y los ojos de un tipo con sombrero.
Se acercaba, venía a hablar conmigo.
Mi aburrido dolor le intresaba.
Con tal de que no fuese un policía...
"Somos el sueño de una sombra, amigo",
me dijo. Y era Bogart, y me amaba;
y era Paco Arellano, y me quería.
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O EDITOR FRANCISCO ARELLANO
DISFARÇADO DE HUMPHREY BOGART,
TRANQUILZA O POETA NUM MOMENTO
DE ANSIEDADE, RECORDANDO-LHE UMA PASSAGEM
DE PÍNDARO, PÍTICAS VIII 96
Sem mulher, sem amigos, sem dinheiro,
louco por uma louca bailarina,
encontrava-me, ontem à noite, numa esquina
que se dobra e conduz ao matadouro.
Reflectiu-se uma luz no letreiro
da rua, testemunha da minha ruína,
e de um carro surgiu uma gabardina
e os olhos de um tipo com sombreiro.
Acercava-se, vinha falar comigo.
A minha aborrecida dor interessava-o.
Desde que não fosse um policia...
"Somos o sonho de uma sombra, amigo",
disse-me. E era Bogart e amava-me;
e era Paco Arellano e queria-me.
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