VÍCTOR BOTAS

PIADOSÍSMO CULTO

Oh amogos, ya en los tiempos

de aquel atroz caudillo profesaba

de liberal. Ya entonces

- y para qué negarlo: no sería

sino falsa modestia - me jugaba

continuamente el puesto (y por lo tanto

el cocido) metiendo en las molleras

de mis muchos discípulos el pío

cullto a la Democracia. No podríais

imaginar siquiera aquellas noches

insomnes, intentando

compaginar mi innato - ¡Oh cuantísimo

cuantísimo sufrí en aquel entonces! -,

innato, sí, os decía

talante democrático y el recto

severísimo oficio

de censor.

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PIEDOSÍSSIMO CULTO

Ó amigos, já nos tempos

de aquele atroz caudilho professava

de liberal. Já então

- e para quê negá-lo: não seria

senão falsa modéstia - arriscava

constantemente o posto de trabalho (e portanto

o cozido) metendo nas mioleiras

dos meus muitos discípulos o pio

culto da Democracia. Não podereis

imaginar sequer aquelas noites 

insones, tentando

conciliar o meu inato - ó tantíssimo,

tantíssimo sofri naquela altura! -,

inato, sim, dizia-vos,

talante democrático e o recto

severíssimo ofício

de censor.